¡Sí, en invierno también se puede dormir en la naturaleza y disfrutar de lo lindo! Vivacs sin tienda, en cuevas, con toldos improvisados o en iglús rápidos nos esperan bajo cielos especialmente estrellados o con ventiscas espantosas. Os dejamos algunos consejos para mejorar la experiencia.
1. No pernoctes bajo una ladera que deja caer nieve, por muy poca a que sea (salvo si estás en una cueva o iglú). Precipitaciones muy débiles de nieve pero continuadas pueden sepultar hasta con más de un metro de nieve cualquier tienda colocada en un emplazamiento inadecuado.
2. Las cuevas de roca son una buena solución si están lo suficientemente cerradas en paredes y techo (algo poco habitual en macizos de granito o cuarcita), pero pueden tener humedad en el suelo. A veces no te quedará más remedio que ir tocando con la mano, porque a simple vista no detectarás las zonas más secas o menos frías.
3. Prados o suelos de tierra mojados requieren poner tu manta aluminizada gruesa (la de 200 g y no la dorada de 50 g) bajo la colchoneta, doblada longitudinalmente.
5. En tus primeros vivacs invernales no está de más llevar un pequeño termómetro para ir sacando tus propias conclusiones de tu equipo.4. Los sacos para invierno deben tener obligatoriamente cuello térmico y una buena solapa bajo la cremallera para evitar fugas de calor.
6. Nunca lleves un saco estrecho, pues si necesitas vestirte con muchas capas para mantener el calor (lo de que dormir desnudo es más caliente constituye un jocoso mito), aplastarás la fibra o la pluma, perderás aislamiento y te agobiará tanto que lo mismo no pegas ojo. Y si te acuestas al anochecer tendrás trece horas de noche para arrepentirte…
7. Recuerda que la postura más caliente es la fetal (encogido/a y lateral) y que puedes vestirte progresivamente a lo largo de la noche añadiendo un forro polar al tronco, calcetines, mallas térmicas, chaqueta de plumas o chaqueta hasta con la capucha puesta e incluso la mochila vaciada, envolviendo la zona de los pies. Tampoco es ninguna tontería, si al final no vas a montar la tienda, echarte su interior por encima y pegarte a tu compañero/a ¡con su permiso!
Fuente: Revista Oxigeno
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